Antes de ponerse a comentar el artículo, queremos dar un poco de información sobre el caribú, para todas aquellas personas que no sepan qué especie es o simplemente quieran conocer un poco más sobre el protagonista del artículo.
El caribú (Rangifer tarandus), el cual también es llamado reno, habita en las regiones septentrionales de América del Norte, Europa, Asia y Groenlandia.
Al llegar el verano, los rebaños de caribús se dirigen hacia el norte, en una de las mayores migraciones conocidas de animales de gran tamaño. Por este motivo, es tan importante que no haya ninguna actividad o infraestructura que le dificulte la migración.
El caribú tiene grandes pezuñas, las cuales le son de gran utilidad para sobrevivir en las duras tierras del norte. La parte inferior de la pezuña es hueca, como si fuera un cucharón invertido, y permite al caribú cavar en la nieve en busca de comida. Sus bordes afilados le proporcionan una sujeción firme sobre roca o hielo.
El caribú es la única especie de venado en la que tanto los machos como las hembras (aunque no todas) tienen cuernos. Las hembras paren cada año una cría, que puede mantenerse de pie a los pocos minutos de nacer y que al día siguiente ya acompaña a su madre.
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Pasan el invierno en climas más benignos, sobreviviendo a base de líquenes.
Desde siempre, el caribú ha sido un animal vital para los pueblos de las regiones septentrionales que constituyen su hábitat.